miércoles, 24 de junio de 2009

Crisis Global: ¿dónde estamos parados?

Las últimas fluctuaciones de Wall Street y la aparición de nueva información sobre la economía de USA y de otros países, han cuestionado el nivel de optimismo que reinaba unos días atrás, colocando sobre la mesa preocupantes interrogantes sobre la evolución de la crisis y sus consecuencias. Intentaremos en esta Reflexión jerarquizar estas preguntas y ordenar las evidencias en que se fundamentan, con el objetivo de aproximarnos a dar respuesta a la pregunta universal: ¿dónde estamos parados?

Veamos primero las evidencias objetivas sobre las cuales existe un cierto consenso:

1. En primer lugar existe un amplio consenso en cuanto a afirmar que el riesgo de que la economía norteamericana ingrese en una depresión, se redujo. Lo que indica a su vez que existe un cierto acuerdo que los fundamentos de la economía norteamericana durante este año mejoraron, en relación al año pasado. Además constituyen evidencias objetivas que el precio de las acciones crecieron un 30%, la volatilidad disminuyo, el precio de las materias primas tubo en espectacular ascenso, el spreads entre el rendimiento de los bonos corporativos y los bonos públicos disminuyo considerablemente, al aumentar mucho el rendimiento de estos últimos, y el dólar se debilito por la menor demanda de activos seguros

2. Particularmente, el sistema financiero norteamericano (en gran medida globalizado), núcleo del epicentro de la crisis global, se ha fortalecido en relación a su situación de hace un año atrás, como consecuencia de las enormes inyecciones de liquidez que ha recibido de la Fed y el Gobierno Central. Podríamos decir que nos hemos alejado definitivamente del riesgo que se reproduzca otro Lehman Brothers. Sin embargo, a pesar del test de stress bancario, nadie conoce con precisión cual es la magnitud del default crediticio y por ende las necesidades financieras futuras del sistema financiero norteamericano, menos aun del sistema financiero global.

3. A pesar del enorme respaldo financiero recibido, en gran parte sacrificio de los contribuyentes norteamericanos, el crédito (o mejor dicho la adquisición de riesgo) no se ha restablecido, lo que frena el consumo, la inversión y el nivel de actividad.

4. El sector vivienda, motor del crecimiento de la economía norteamericana y originador en ultima instancia de la crisis global, no presenta síntomas consistentes y sustentables de recuperación.

5. La cifra mensual de trabajadores que pierden su empleo es cada mes decreciente, lo mismo que aquellos que solicitan el seguro de desempleo. Sin embargo cada mes se incrementa la tasa de desempleo, avanzando en su irreversible camino hacia las dos cifras.

6. El índice de confianza del consumidor norteamericano ha mejorado, alcanzando niveles records en mayo. Las mejoras del precio de las acciones en Wall Street, la caída de las tasas de las hipotecas, la percepción sobre que la caída del precio de las casas ha alcanzado un piso, así como la indicación de que el mercado del trabajo mejorara, han incrementado levemente la riqueza de los hogares y disminuido el efecto “miedo”. Esto es bueno y es riesgoso a la vez, ya que si no hay indicadores claros que la economía en el corto plazo no inicia una recuperación, la esperanza puede tornarse en mayor desconfianza.

7. Gran parte de sistema político norteamericano, y mundial, ha reconocido que el sistema financiero no se autorregula. El Proyecto que elevo Obama al Congreso días atrás inicia un proceso de discusión legislativa sobre la supervisión y regulación del sistema financiero norteamericano (se iniciaría el mismo proceso en la CEE), incluyendo bancos, hedge funds, firmas de private equity y cada producto financiero nuevo que se le ofrezca al consumidor, creando una nueva Agencia federal para tales fines.

8. Esta semana el Banco Mundial reafirmo su pesimismo sobre la economía mundial, la cual a su juicio caerá 2.9 en 2009. En 2010 el Organismo prevé un rebote del crecimiento global que se traducirá en un crecimiento del 2% en 2010 y de 3.2 en 2011. Según este informe la economía norteamericana se contraerá un 3% en 2009, Japón caerá 6.8% y la Zona Euro un 4.5%. En contraposición los países subdesarrollados y economías emergentes crecerán 1.2% en 2009, lo cual es engañoso ya que si excluyen China e India, el mundo subdesarrollado sufrirá una contracción de 1.6% en 2009. En América Latina la recesión será más profunda, con una contracción del producto de 2.3% en 2009 y un rebrote al plano positivo de 2% en 2010. En América Latina destaca un líder que es Perú, con una previsión de crecimiento del 3% y en la otro extremo México, una economía directamente afectada por su exposición a USA, cuyo producto, según el Banco Mundial, caerá este año un 5.8%. Si el conjunto de estas predicciones se confirman, se consolidaría una advertencia que implica un cambio geopolítico con previsibles consecuencias sobre el sistema monetario mundial: China, por el tamaño de su producto, pasara a ser la segunda economía a nivel mundial, desplazando a Japón.

9. El nivel de endeudamiento y emisión de la economía norteamericana ha comenzado a acrecentar los temores de inflación, aun compensados por el bajo nivel de consumo y actividad. Estos temores, sumados al nivel de desempleo debilitan la “energía” que pueda tener la recuperación, y por lo tanto deprimen el nivele de expectativas, afectando a su vez el consumo y la inversión.

Estas evidencias, basadas en información objetiva, nos llevan a formular algunas conclusiones para intentar entender donde estamos parados en la mayor crisis global en las últimas 8 décadas:

1. Es difícil conocer con certeza en que punto del ciclo recesión- recuperación nos encontramos. Parecería que lo peor de la crisis ya paso (incluso ver las ultimas declaraciones de un escéptico Shoros), sin embargo no hay evidencias de que nos encaminemos en el corto plazo (este año) a la faz de recuperación. Analizando y cruzando datos lo único que podemos afirmar con convicción es que la recesión se modera, y con idéntico énfasis que todavía no terminó. Pero no podemos con igual énfasis afirmar que la economía mundial tocó fondo, ni que esta cerca de tocarlo. Lo que sucede con el crecimiento y los espasmos de optimismo de Wall Street, es que las cotizaciones de los activos de riesgo hace tiempo que vienen descontando el recorrido completo, el cual se aleja o acerca de acuerdo al último informe macroeconómico publicado.

2. La transición hacia la faz de recuperación será compleja, plena de altibajos y dificultades y la recuperación, cuando llegue, será frágil, como consecuencia, entre otras cosas, de los altos niveles de desempleo que permanecerán por muchos años y de los impulsos recesivos con origen en políticas fiscales y tributarias orientadas a bajar el enorme déficit que ha generado la economía norteamericana. Según Nouriel Rubin “ la recuperación probablemente sea frágil y muy por debajo del potencial por un par de años, sino más, porque la carga de la deuda y el apalancamiento del sector privado se combinan con las deudas del sector público para limitar la capacidad de los hogares y las empresas para pedir prestado, gastar, consumir e invertir. Este escenario socava la esperanza de una recuperación en “V” , por el escaso crecimiento , las presiones deflacionarias y las tasas de desempleo superiores al 10%” y concluye “Como resultado de ello no se puede descartar que a fines del 2010 se conjure una tormenta perfecta con el petróleo por encima de los cien dólares, aumento del rendimiento de los bonos del Gobierno, y subas de impuestos, que den lugar a una relantización de la recuperación del crecimiento, sino a una verdadera doble recesión (formato W)”

3. La reactivación del comercio a nivel global tendrá un importante rezago en relación a la reactivación de la actividad económica en USA y Europa. Estará amenazada por políticas proteccionistas que se extenderán en el tiempo.

4. El impacto de la recuperación de la economía norteamericana tendrá un efecto retardado sobre la Euro Zona y las economías emergentes más industrializadas, muchas de ellas ubicadas en Asia. La recuperación económica en China y los países exportadores de materias primas, fundamentalmente alimentos, ira más acompasada al tiempo y al ritmo de la recuperación en USA.

Por lo tanto sólo podemos responder a la pregunta inicial (¿dónde estamos parados?) afirmando con cierta certeza que nos hemos alejado definitivamente del riesgo de la depresión, que la contracción se ha desacelerado, que no hemos tocado fondo aún, pero estaríamos cerca de que se produzca, que el periodo de transición que aún resta hasta el inicio de la recuperación es complejo y pleno de vicisitudes y altibajos y que la recuperación, cuando se inicie, será frágil.