Macron de 39 años, el líder francés más
joven desde Napoleón, culminó el domingo 18 de junio un metódico e inexorable
proceso a través del cual demolió el viejo sistema partidista francés. Con la
mayoría absoluta en el Parlamento, la conducción de la V República será
enteramente definida por el emergente líder europeo.
Emmanuel Jean-Michel
Frederic Macron obteniendo 361 escaños en las
legislativas francesas, 73 más de los necesarios para ostentar la mayoría
absoluta, desarticuló y hundió los partidos tradicionales que controlaron al
Estado francés durante las últimas décadas. De esta forma, Macron gobernará sin
ningún partido de oposición fuerte en el Parlamento: el Partido Socialista y los
Republicanos juntos obtuvieron 172 escaños y la bancada del populismo-xenófobo
de Le Pen se redujo a 8 diputados, insuficientes incluso para lograr un grupo
parlamentario el cual requiere de 15 escaños.
Con las mayorías más amplias en la historia
de la V República, el futuro próximo de Francia será definido exclusivamente
por el líder emergente. Ya no hay obstáculos para que sus reformas sean
aplicadas, no solo en Francia sino también en Europa, donde su avasallante
triunfo ha fortalecido el eje germano-francés, columna vertebral de la Unión
Europea y de la Zona Euro.
Pero más allá de la profunda reconfiguración
de la estructura de partidos que ha generado esta elección legislativa en
Francia, que ya provocó la renuncia del Secretario General del Partido
Socialista Francés, Jean-Christophe Cambadelis, la onda expansiva del
“macronismo” ha generado un profundo recambio de los diputados y en
consecuencia de la “clase política” que gobernará Francia en el futuro cercano.
Y este cambio surge de la revolucionaria metodología que utilizó Macron para
seleccionar su oferta de candidatos. Como bien lo describe Eduardo Blasina,
hace algunas jornadas en El Observador:
“se hizo un llamado totalmente abierto a ciudadanos que quisiesen ser
parlamentarios. Los postulantes tenían que inscribirse, enviar su CV y dos
referencias personales. Tras una primera selección, debían concurrir a
entrevistas personales. Así una comisión eligió a los candidatos entre casi 20
mil postulantes. Primero quedaron 511 que fueron convocados para una reunión en
Paris. De los 511 seleccionados, 256 fueron hombres y 255 mujeres. Así la
paridad de género, que fue promesa de campaña fue aplicada. La renovación
también fue mayoría. El 52% de los seleccionados nunca ocupó cargos políticos y
proviene de la sociedad civil. El promedio de edad de los candidatos es de 46
años, frente a 60 prevaleciente en la Asamblea Nacional actual.”
Esta metodología de selección de los
Diputados de La República en Marcha, unida a la aplastante victoria de esta
fuerza política en las legislativas del pasado domingo, provoca el arribo en
masa de nuevos diputados al Parlamento. Con la victoria de La República en
Marcha se renuevan casi el 60% de los escaños y por lo tanto el Parlamento
francés se refrescará con más mujeres, más jóvenes y más representantes de la
sociedad civil, pero, y fundamentalmente, con muchos menos políticos.
Un “que se vayan todos” al estilo francés,
pero sin dañar las bases de la “monárquica”
V República, albergara un Gobierno que anuncia Europeísmo, apertura, equidad
de género, un tratamiento justo a los migrantes y cuidado del medio ambiente.
Formidable, casi contemporáneamente al
Brexit y la fracasada maniobra de Mey que la debilita y debilita a la posición
de Gran Bretaña en la negociación de salida, Macron arrasa y se fortalece en
las legislativas.
Auspiciante, el mismo año que Trump lanza
sus lenguas de fuego cargadas de nacionalismo, xenofobia, proteccionismo y
rechazo de la protección global del medio ambiente, Macron le responde
desafiante a su conocido estribillo “make
USA great again”: “make the Planet
great again”.
Con esta elección se completa el equipo
humano que bajo el liderazgo del joven Macron conducirá el destino de la V República.
La vieja discusión sobre su orientación de izquierda o derecha no aplica en
este nuevo contexto político, sencillamente porque en apenas dos meses ha
redundado el sistema. Desapareció la izquierda y la derecha, ahora es Macron,
su equipo ejecutivo y de Parlamentarios, y un grupo heterogéneo de minorías con
baja representación parlamentaria.
Europeísmo, medio ambiente, equidad de género,
representatividad de la sociedad civil, renovación etaria y mayoría absoluta.
MACRON YA PUEDE COMENZAR A GOBERNAR.