viernes, 28 de enero de 2011

REFLEXIONES SOBRE LA ALDEA GLOBAL: ¿QUÉ NOS DEPARARÁ EL 2011?

Iniciamos un año en que la economía global evidenciará una recuperación lenta pero sostenida. No exenta de riesgos, alta volatilidad y nuevas burbujas - lo ocurrido en Egipto, es un claro ejemplo de la inmediata repercusión sobre la economía global de hechos políticos sorpresivos y su impacto sobre la alta volatilidad de los activos: el Dow cayó 125 puntos el viernes último y se recuperó lentamente el lunes -. Hemos comenzado a transitar un año en que experimentaremos las consecuencias de China como segunda economía mundial. A su vez, el creciente nivel de articulación con EE.UU., consolida el pausado desarrollo de un eje China – EE.UU., que ordena la economía global y asegura un clima menos tormentoso y volátil. Iniciamos un año con Obama anunciando en el Estado de la Unión un límite a las inyecciones de liquidez y endeudamiento ilimitados. Con China conteniendo la inflación y “gestionando” políticamente la resistencia a la revaluación del yuan. Con Europa acuciada por graves problemas económicos y políticos, comprando tiempo para lidiar con enormes déficits fiscales, bancos desbordantes de peligrosos bonos soberanos y altas tasas de desempleo. Salvo Alemania y los países escandinavos, el resto continúa con riesgosas vulnerabilidades estructurales que nos pueden deparar nuevas sorpresas en el correr del 2011; pero con un riesgo acotado de generar contagio global, dada la disminución de su peso relativo y la consolidación del eje Pekín-Washington. Iniciamos un año con las economías emergentes, fundamentalmente Brasil e India, y algunos países más del Sudeste Asiático y América Latina, apuntalando a China como motores de la recuperación global. Como síntesis cuantitativa, iniciamos un año con una economía mundial que crecerá un 3.4%, según estimaciones del FMI; constituyéndose en el primero de los tres años que estima Stiglitz para que la economía global regrese a los equilibrios del 2007. Comparto el optimismo del más pesimista de los analistas, pero introduzco una alerta en este enunciado de corto plazo, relacionado con el alza del precio del petróleo: si su nivel supera los 130 dólares por barril, puede comprometerse el ritmo de recuperación de la economía global. Ahora desagreguemos la reflexión sobre la aldea global choza por choza:

I. EE.UU.:
El esperado discurso que pronunció Obama sobre el Estado de la Unión, introdujo un giro importante y muy alentador en torno a las expectativas sobre la primera economía del mundo y epicentro de la crisis financiera global: “Si los Estados quieren ganar el futuro, lo crucial es evitar que sean aplastados por una montaña de deuda”. Esta frase, aunada a las reiteradas menciones durante el discurso a la reducción del gasto público y a la mejora en su calidad, priorizando las inversiones que acrecienten la competitividad en una economía globalizada, constituyen un giro en el enfoque de la “estrategia de salida” de la crisis financiera y como consecuencia pone un límite a la política que venía llevando adelante la FED: inyección de liquidez para apuntalar la recuperación económica sin prestar demasiada importancia al nivel de endeudamiento, mientras no emergiese un riesgo cierto de inflación.
El discurso de Obama, muy bien balanceado entre objetivos de recuperación competitiva y políticas sociales, reconociendo a su vez la dificultad de reducir el desempleo en el corto plazo, otorgará una base política y económica, y por ende un empuje adicional, a una lenta pero sostenida recuperación de la economía estadounidense que venía procesándose con fundamentos en: a) un incremento de la confianza del consumidor, en la medida que aumenta el ahorro de las familias y se estanca la destrucción del empleo; b) mejores resultados corporativos como consecuencia de incrementos de la productividad en el sector manufacturero; c) aumentos considerables del ahorro a nivel de las familias y las empresas y, hacia el segundo semestre, d) aumento de las inversiones en el sector salud y el sector clima/medioambiente, respaldadas por los fondos federales comprendidos en el segundo paquete de estímulo aprobado en 2010.
Por lo tanto, 2011 se caracterizará por altos niveles de liquidez en EE.UU. y a nivel global, acotados por el nuevo giro de la política fiscal y de endeudamiento anunciada por el Presidente Obama, que quizás se refleje en un fortalecimiento del dólar en los próximos meses. La liquidez del sistema monetario global seguirá condicionando bajas tasas de interés, fundamentalmente en las economías desarrolladas. No debería preverse un incremento de la inflación, al menos en el correr de este año. Pero este temor, hoy algo disminuido, continuará siendo el mayor obstáculo a superar en “la estrategia de salida” de la crisis financiera. Los riesgos de experimentar aún una “U” en 2011 se acotan al comportamiento del sistema financiero, fundamentalmente de algunos bancos con carteras muy contaminadas y créditos de muy difícil ejecución. De todas maneras, el sistema bancario se seguirá reduciendo con el cierre de un número importante de bancos, lo que es sano para el sistema financiero global y fundamentalmente para el de EE.UU.
El mercado de capitales se ha serenado en los últimos meses y se ha regenerado el apetito al riesgo de forma más cauta y selectiva. El mes de enero finaliza con un Dow superando los 12000 puntos. Considero que este comportamiento se consolidará en el resto del año en relación a las acciones. La excepción la constituyen las commodities ya que si su precio sigue creciendo es posible que en el resto del año incorpore un componente especulativo y pueda constituir un riesgo de “burbuja”. Los alimentos, fundamentalmente la soja, aún no han superado los niveles de precio previo a la crisis, por lo tanto, su precio aún responde al equilibrio de oferta y demanda, pero puede superarlo en el resto del año y entrar en el riesgo “burbuja” con el resto de las materias primas.
Finalmente, en términos de la guerra de divisas, que es un partido del dólar contra todos, vislumbro una tenue revalorización del dólar y el yuan equilibrándose, y una devaluación real en los países en desarrollo frente al dólar.
El FMI en su informe revisado estima un crecimiento de la economía estadounidense de 2.6%.

II. China: Enfriará algo su economía restringiendo su política crediticia. El principal desafío para China en el 2011 es contener el aumento de precios en alimentos y bienes inmuebles. El Primer Ministro chino, Wen Jiabao, confía en lograrlo “Creo que con nuestros esfuerzos podremos mantener los precios a un nivel razonable.”, dijo en una entrevista luego del anuncio. Además, el Banco Central de China se propone durante este año una política muy prudente, lo cual ayudará a combatir la presión sobre los precios y reduce el riesgo de burbujas de activos, que fue mencionado por muchos analistas en 2010.
China tiene los mecanismos adecuados para hacerlo, fundamentalmente el control del crédito al consumo a través de su banca estatal y el control planificado de su política monetaria y, por ende, del nivel de emisión y liquidez. El otro gran tema en China para el 2011 es el inicio del tránsito de una economía basada en las exportaciones a una economía con mayor presencia del mercado interno en su dinamización. Veremos el inicio de fenómenos económicos y sociales apasionantes.

III. CEE: Es la choza más débil de la aldea. Ha comprado tiempo y seguirá durante el resto del año articulando esfuerzos para “salvar” el euro y lidiar políticamente con los enormes déficits fiscales y las elevadas tasas de desempleo que han dejado más de tres años de contracción. Alientan las exitosas emisiones de Portugal y España, aún vivos en el mercado de deuda soberana.
Salvo Alemania y los países escandinavos, el resto continúa con graves problemas estructurales: vulnerabilidades fiscales y riesgos financieros. Bancos repletos de bonos emitidos por los tesoros de países fiscalmente muy complicados. Esta situación es particularmente riesgosa en los bancos ingleses, país a su vez que fue el único en presentar una tasa de crecimiento negativa en el último trimestre del año.
El FMI estima un crecimiento de 2.2% en el 2011 para la CEE. En este contexto de bajo crecimiento y riesgo de reincidir en la contracción, pero con una capacidad de contagio global acotada por su cada vez menor importancia relativa, Alemania continuará siendo el motor de toda la Zona Euro, con un crecimiento previsto de 3.5%. Respaldará la Zona Euro y la propia vigencia y valor de su moneda pero con cautela, ya que el contribuyente alemán está agotado del esfuerzo fiscal, y por ende impositivo, que implica este liderazgo.

IV. Brasil e India: Son sin duda los emergentes que continuarán acompañando a China como motores de la recuperación global. Brasil enfrenta el gran desafío de frenar la revaluación nominal del real y aplacar el riesgo de que crezca la inflación, además de redoblar esfuerzos para aumentar la productividad y competitividad de sus cadenas de valor. Si pensamos que Brasil tiene menos de 6% de inflación, es una buena lección que dio Dilma a otros países de América Latina, como Argentina cuya inflación se calcula en 30% o más para el 2011. En el plano de las políticas sociales la continuidad del PT en el gobierno asegurará que Brasil continúe con sus políticas de reducción de la pobreza e inclusión social, expandiendo la clase media y por ende el mercado interno. Lo planteó expresamente la Presidenta en su discurso de asunción.
India crecerá un 8% en base a la expansión de su economía del conocimiento, que deberá expresarse en una mitigación de la pobreza y en mayor equilibrio territorial.

América Latina seguirá durante todo el año disfrutando de muy buenos términos de intercambio, con excepción de México, más orientado a manufacturas.
La gran cuestión para América Latina es qué países seguirán aprovechando el “viento a favor” para instrumentar cambios estructurales en infraestructura, energía y fundamentalmente, en políticas sociales que mitiguen la pobreza y la indigencia del continente más desigual del mundo.
Según el FMI América Latina crecerá en promedio durante el 2011 un 7%.